sábado, 30 de mayo de 2009

Presencias Extrañas (The Uninvited)


El pasado 28 de Mayo What's the rumpus? tuvo ocasión de acudir al preestreno de la película Presencias Extrañas (The Univited), remake de la cinta de terror coreana Dos Hermanas. Resulta curioso comprobar cómo este género, estancado actualmente, se mantiene a base de adaptar películas orientales de éxito y de nuevas versiones de clásicos como Viernes 13, Halloween o Pesadilla en Elm Street, resultando escasas las ocasiones en que surgen películas medianamente entretenidas como Los Extraños y mucho más inusual grandes filmes como La Niebla.

En el caso de Presencias Extrañas la película cumple su principal objetivo y consigue entretener e inquietar a lo largo de su duración partiendo de un argumento aparentemente simple, como es el que dos hermanas sospechen que la nueva novia de su padre quiera deshacerse de ellas, para finalmente romper los esquemas de los espectadores con un sorprendente giro final, en la línea de El Escondite o El Sexto Sentido, donde nada de lo sucedido es lo que parece.

A pesar de contener también algunos elementos un tanto típicos del género, algunos de los ingredientes que ayudan a que la película cumpla con su cometido son la correcta dirección de los debutantes hermanos Guard, interpretaciones convincentes por parte de los protagonistas Emily Browning (aquella chica de Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snickett que participará en lo próximo de Zack Snyder, Sucker Punch), Elizabeth Banks (Betty Brant en Spider-man) o David Starthaim (Buenas Noches y Buena Suerte) y la por momentos notable banda sonora de Christopher Young.



Considerados todos estos puntos nos encontramos ante una película que cumple su cometido sin más pretensiones: entretener y mantener la tensión, lo cual es de agradecer visto el estado en que se encuentra el género.

martes, 19 de mayo de 2009

Perdidos: Una serie única


Cuando hace algo más de 4 años comencé a ver en la televisión una serie recién estrenada sobre el grupo de supervivientes de un avión estrellado en una isla desierta no se me ocurrió pensar en la magnitud del fenómeno en que Perdidos se convertiría hoy en día. Aquella serie empezaba a narrarnos los peligros a los que debían enfrentarse los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines al estilo de películas como Naúfrago, con Tom Hanks, pero pronto daba paso a una serie de sucesos aparentemente inexplicables como misteriosos monstruos de la jungla u osos polares que habitaban la isla junto con estremecedoras revelaciones sobre el pasado de personajes con los que llegaríamos a familiarizarnos poco a poco y a los que acompañaríamos en todos sus triunfos y fracasos: Kate, Jack, Sawyer, Locke, Hurley, Charlie, Claire o Boone entre muchos otros.

Con el paso del tiempo y las temporadas surgieron aún más misterios en torno a la Isla en que se estrelló el avión y todo lo relacionado con ella como la Iniciativa Dharma, sus estaciones, la presencia de los Otros, Jacob o la existencia de la propia Isla. Así, si bien la primera temporada puede considerarse una obra maestra que rompió los esquemas de las series de televisión del momento, las tres siguientes alcanzaron su nivel por momentos, ofreciéndonos al mismo tiempo episodios nada convincentes y por otro lado nuevos personajes tan interesantes como Desmond, Daniel Faraday o Charlotte.



Sin duda alguna uno de los mayores aciertos de esta serie, a parte de las dosis de misterio mencionadas, es el retrato de unos personajes humanos con los que los espectadores podemos identificarnos, personas que buscan la expiación por todos aquellos errores que cometieron en su pasado y les torturan en la actualidad y que consiguen emocionarnos hasta el punto de hacernos gritar "Walt" cuando éste desapareció, desear con todas nuestras fuerzas el reencuentro de Penny y Desmond o que hubiese algún modo de salvar a Charlie cuando se presentó la inesperada situación.

Al éxito de esta serie también influye la calidad de su apartado técnico, donde hay que destacar una dirección más que correcta de los capítulos que consigue mantener el ritmo, los guiones repletos de giros inesperados a cargo de auténticos genios como J.J. Abrams, Damon Lindelof o Brian K. Vaughan, quienes juegan con los espectadores hasta límites insospechados; y la asombrosa banda sonora del fenómeno conocido como Michael Giacchino, quien consigue la pieza adecuada para transmitirnos las emociones necesarias en cada momento mítico de la serie (además, Gucchino se ha encargado de unas cuantas bandas sonoras para el cine igual de recomendables, entre ellas la de la espectacular Star Trek).



Por aquí acaba de empezar la 5º temporada de Perdidos, que justo ha concluido en EEUU produciendo aún más asombro si cabe entre la audiencia, y todo parece apuntar que el tramo final de la serie no dejará a nadie indiferente. En sus dos últimas entregas los responsables de Perdidos prometen resolver todos aquellos misterios que llevan persiguiéndonos tanto tiempo y, lo que es más importante, podremos acompañar a todos estos personajes que ya forman parte de nosotros en el tramo final de su viaje en busca de la redención anhelada.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Star Trek: J.J. Abrams consigue lo imposible

A medida que pasa el tiempo la figura del guionista, productor y director J.J. Abrams se ha hecho un hueco en la industria del entretenimiento gracias al reconocimiento obtenido por la calidad de sus trabajos. Creador de series tan exitosas como Alias y Perdidos, su experiencia en el cine no es tan extensa como en televisión, pues se encargó de aportar algo de frescura a la saga de Misión Imposible en su tercera entrega y hace poco más de un año estuvo envuelto en la producción de Cloverfield (Monstruoso); película que, a pesar de sus fallos, ofrecía un enfoque bastante original sobre las historias de monstruos destruye ciudades. De esta forma, cuando cayó en sus manos la tarea de llevar a la gran pantalla una nueva entrega de la saga de ciencia ficción Star Trek, desde hace tiempo estancada en el pasado, pocos imaginaban los resultados obtenidos.

Sin duda alguna, al hablar de Star Trek nos encontramos ante una de las películas más entretenidas del año que no ofrece ni un respiro durante sus más de dos horas de duración y reúne rasgos bastante atípicos para un blockbuster que inicia la temporada veraniega en la cartelera, ya que respeta a los espectadores al ofrecernos una historia coherente y bien desarrollada, carismáticos personajes llenos de matices, acción trepidante, momentos desternillantes, efectos especiales que no pretenden abrumar sino estar al servicio de la historia, una banda sonora épica para la ocasión y una dirección correcta y original al mismo tiempo.

Con esta nueva entrega de Star Trek nos encontramos ante un lavado de cara a una franquicia cinematográfica de importancia similar a la que tuvo Batman Begins para la saga del señor de la noche de Gotham. Uno de los aspectos renovados más notables es el acertado casting, pues los espectadores somos testigos de la evolución de los tripulantes del Enterprise y sus diversas personalidades, encontrándonos por primera vez con Kirk (un sorprendente Chris Pine), Spock (interpretado a la perfección por Zachary Quinto, Sylar en Héroes), el doctor McCoy (que protagoniza momentos realmente hilarantes como las vacunas de Kirk gracias al buen hacer de Karl Urban, alias Éomer), Uhura (Zoe Saldana, quien se enfrentó a Jack Sparrow en Piratas del Caribe), Chekov, Sulu o Scotty (quien proporciona más momentos cómicos a cargo de Simon Pegg), a los que hay que sumar las intervenciones de Eric Bana como el torturado villano romulano Nero, Winona Rider o de la doctora Cameron de House.



Además, la película cuenta con guiños a la serie original como las palabras y escena del final o la aparición de Leonard Nimoy, el Spock original. Por si esto no fuera poco, Abrams se permite homenajear la otra saga galáctica por excelencia, Star Wars, con la aparición de cierto planeta helado o los golpes que uno de los protagonistas se da en la cabeza al entrar en una nave como si de un soldado imperial se tratase.

Puede que, junto a Iron Man, nos encontremos ante una de las películas estrenadas últimamente que cumple a la perfección la definición de entretenimiento puro por el buen hacer de todo un equipo dedicado a satisfacer tanto a los antiguos seguidores como a toda una nueva legión de fans. Además, visto el éxito del que ha gozado en su primer fin de semana, ya se especula con la posibilidad de realizar alguna secuela que explore las posibilidades que ha traído consigo esta nueva vuelta de tuerca a la franquicia de Star Trek.



¡Larga vida y prosperidad!

lunes, 11 de mayo de 2009

Expomanga 2009

Por segundo año consecutivo el equipo de What's the rumpus? tuvo ocasión de acudir al Salón del manga y la cultura oriental celebrado en Madrid el pasado fin de semana, justo al lado de Expocómic.

La principal diferencia con otros años era el número de stands, reducido de forma notable respecto a ediciones anteriores. Aún así, los aficionados acudieron a una cita como ésta disfrazados de todo tipo de personajes, ya sean relacionados o no con el manga y el anime, pudiendo encontrar desde un buen número de Narutos hasta la mismísima Fénix Oscura, pasando por los espíritus de El viaje de Chihiro o incluso a Jack Skellington.

Al igual que en ediciones anteriores, se nota bastante el elevado precio de todo el merchandising relacionado con el manga, ya sean figuras, camisetas o cualquier objeto que aparezca en la serie en cuestión. Si a esto le sumamos que el precio mínimo de un tomo es de 7€ (aunque había algunos descuentos interesantes) resulta un tanto complicado hacerse con auténticas gangas en un salón de este tipo.

Esta edición de Expomanga contó con la presencia de autoras orientales como Yishan Li o Sho Murase, si bien no tuve ocasión de acudir a sus sesiones de firmas, y con todo tipo de actividades relacionadas con el manga y el anime como karaokes, cosplay, concursos de adivinar a qué serie correspondía cierta sintonía y otros tantos por el estilo.



En fin, una cita indispensable para los aficionados al género que esperemos recupere stands en futuras ediciones y mantenga lo conseguido hasta la fecha. Para acabar, desde aquí debo agradecer a Oneyros el conseguirme acceso al salón.

domingo, 3 de mayo de 2009

X-Men Orígenes: Lobezno

Hace 9 años el director Bryan Singer asombró al público con su espectacular visión de los X-Men, iniciando una nueva era de adaptaciones de cómics a la gran pantalla que continúa en la actualidad. Tres años más tarde Singer nos sorprendió de nuevo con una segunda parte a la altura de su predecesora, que continuaba desarrollando con coherencia todo lo anteriormente establecido en la primera entrega. Por desgracia, mientras Singer se encargaba de homenajear al hombre de acero en Superman Returns, Brett Ratner desaprovechó todo lo conseguido anteriormente en la franquicia mutante con X-Men 3, donde la inclusión de tramas y personajes de forma atropellada fue la principal causa de un producto que rompía con la unidad de las anteriores entregas. Pasados otros 3 años, llega a los cines X-Men Orígenes: Lobezno, spin off del mutante de las garras de adamántium con el fin de inaugurar la temporada de taquillazos veraniegos.
Esta película centrada en un personaje tan popular constituye nada más ni nada menos que entretenimiento puro y duro. Con una dirección correcta por parte de Gavin Hood, en la película se nos cuenta la historia de Lobezno desde sus orígenes hace más de un siglo hasta el momento en que pierde la memoria, pasando por su estrecha relación con Victor Creed, su vínculo con el proyecto Arma X o su romance e intento de llevar una vida normal junto a Kayla Silverfox. Así, el mayor acierto de esta película es lo amena que resulta, pues consigue entretener a lo largo de su metraje al contar con un buen número de escenas de acción, originales títulos de crédito, efectos especiales adecuados para la ocasión y una acertada banda sonora.
Otro de los puntos a favor del filme son las interpretaciones de los dos protagonistas. Por un lado tenemos a Hugh Jackman dando vida una vez más a un personaje que ha hecho suyo desde que lo catapultó a la fama con las primeras entregas de X-Men, creando una serie de gestos, miradas y gruñidos que definen a la perfección a Lobezno; mientras que por otra parte nos encontramos con un sorprendente Liev Schreiber (alias Orson Welles en RKO281) encarnando a la perfección a la némesis de Lobezno, un violento Dientes de Sable que representa todo aquello de lo que Logan intenta escapar aferrándose a su humanidad. A ellos hay que unirles las apariciones de Dominic Morgan (conocido como Merry o Charlie en Perdidos), un Gámbito poco explotado, el joven e inexperto Scott Summer o los primeros momentos de Wade Wilson, a quien da vida Ryan Reynolds.



El lado más polémico de esta película es su fidelidad a las obras en que se basa. Los guiños a los cómics vistos en Lobezno se asemejan más al desenfreno de X-Men 3 que a los simpáticos y acertados momentos de Iron Man, sobre todo en el tramo final del filme. Es cierto que, como ya hemos visto en anteriores entregas de la saga mutante, el universo de la Patrulla X es demasiado complejo como para llevarlo al cine con total fidelidad, por lo que resultan comprensibles ciertas licencias como el papel de William Stryker y la inclusión de ciertos mutantes en el programa Arma X. Aún así, según se acerca la parte final determinadas acciones de los personajes resultan un tanto inverosímiles y aparecen guiños sin mucho sentido a otras sagas de ciencia ficción como el enfrentamiento final con ArmaXI (¿versión del combate final de La Amenaza Fantasma con motivo del décimo aniversario?) o la relación entre el origen del adamántium y el matrimonio que encuentra a Lobezno y debería ser Alpha Flight con la mitología de Superman (¿tendrá que ver la labor de Richard Donner como productor?).



A parte de todo esto, se agradecen otros guiños que ayudan a atar cabos con la primera película de X-Men (con cameo inesperado incluido) y aparecen otros tantos que pueden dar lugar a una más que probable segunda parte (la escena tras los créditos o el hecho de que Dientes de Sable no pierda la memoria).
En su conjunto, X-Men Orígenes: Lobezno resulta una película realmente entretenida y palomitera, pero podría haber dado mejores resultados si se hubieran tenido más en cuenta elementos de los cómics en que se basa, cuya riqueza se pierde a la hora de adaptar.