lunes, 29 de noviembre de 2010

El actor del pelo blanco



La pasada madrugada falleció el actor canadiense Leslie Nielsen rodeado por su familia y seres queridos. Nos deja una extensa carrera cinematográfica que incluye desde películas de ciencia ficción de los años 50 como Planeta Prohibido a su participación a modo de cameos en las recientes comedias pertenecientes a la franquicia de parodias que terminan en Movie. Fue este género el que le dio más fama, convirtiéndole en la insignia de las spoof movies gracias a sus papeles de finales de los 80. Personalmente, a Nielsen le debo haberme descubierto el humor absurdo (actualmente uno mis preferidos estilos de comedia) con películas como Aterriza como puedas, ¡Vaya un fugitivo! o la mítica saga Agárralo como puedas (The Naked Gun), en la que Nielsen dotó al teniente Frank Drebin de sus conocidas expresiones faciales y que cada vez que la veo supone un rato de carcajadas aseguradas. Aunque Leslie Nielsen nos haya dejado, el actor del pelo blanco permanecerá entre nosotros haciéndonos reír con sus comedias repletas de gags hilarantes que nos invitan a dejarnos llevar por el poder de la parodia y el humor frente a lo absurdo de la realidad.



jueves, 25 de noviembre de 2010

Los idílicos años 50

Tal y como ilustra la siguiente selección de películas, no son pocas las veces que el mundo del cine ha retratado los años cincuenta estadounidenses como una época idílica de pulcras áreas residenciales, jóvenes ansiosos por acudir al baile de graduación y una atmósfera reacia al cambio que se produciría en la década posterior. Sin más dilación, a continuación una serie de títulos ambientados en este período (pero rodados posteriormente).



Hace 25 años que Regreso al futuro hizo historia, convirtiéndose en una de las pocas películas perfectas que nunca aburren a los espectadores, por muchas veces que la hayan visto. En la trepidante historia que proponía, el joven Marty McFly viajaba en el tiempo hasta el momento en que se conocieron sus padres, en 1955. Además de paradojas temporales, como heredero de la cultura popular de los 80 Marty causó estragos y creó escuela para los filmes venideros.

Un año después de su estreno, el director Francis Ford Coppola estrenó una película de planteamiento paralelo: Peggy Sue se casó. En ella, el personaje de Kathleen Turner se veía misteriosamente transportado al pasado para revivir su último año de instituto. Entretenida comedia, ofrece una curiosa visión acerca de lo poco que valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos, además de que cuenta con la participación de unos jovencísimos Nicolas Cage, Jim Carrey y Sofia Coppola.



Poco más de una década después Pleasantville dio una vuelta de tuerca a la imagen de los años 50 que estas películas ofrecían. Escrita y dirigida por Gary Ross (guionista de Big), esta original y emotiva historia en la que dos hermanos se ven atrapados en una serie de televisión nos invita a reflexionar sobre el miedo a lo desconocido, el racismo y la falta de libertad (con impagables guiños a Matar un ruiseñor y Cadena perpetua). Por si esto fuera poco, esta pequeña gran película puede presumir de la banda sonora compuesta por Randy Newman y de las carismáticas interpretaciones de Tobey Maguire (pocas veces estuvo más inspirado), Reese Whiterspoon, Jeff Daniels, Joan Allen o William H. Macy.



Después del éxito de la sensacional La Milla Verde, Frank Darabont tuvo el valor de adentrarse en el período que hoy nos ocupa con la que quizá sea su película más olvidada: The Majestic. Con la caza de brujas y los ecos de la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo, el filme narra cómo un guionista amnésico es confundido por otro por los vecinos de un apacible pueblo, quienes intentarán ayudarle a recuperar su identidad. Aunque tenga sus altibajos, hay que destacar la labor de Jim Carrey (en uno de sus escasos e impresionantes papeles dramáticos) y la planificación de secuencias que quitan el aliento, como la de la apertura del cine.



A lo largo de su filmografía han diseccionado distintos aspectos de la sociedad estadounidense, por lo que los hermanos Coen no podrían fallar a la hora de sumergirse en los años 50 con El hombre que nunca estuvo allí. Como es característico en sus trabajos, plantean hasta qué punto la avaricia, el dinero y la infidelidad destruyen a quienes se dejan llevar por ellas, afectando en este caso a un apacible peluquero de pueblo que se ve envuelto en una situación que le supera. La habitual Frances McDormand, James Gandolfini y Scarlett Johansson acompañan al atribulado protagonista de Billy Bob Thorton.



No querría terminar sin hacer referencia a la divertida película de animación Planet 51. Estrenada hace apenas un año, da la vuelta a las invasiones alienígenas y nos presenta a un astronauta terrícola que aterriza en un planeta extraterrestre habitado por seres verdes análogos a la sociedad norteamericana de lo década que nos ocupa.



Esta serie de ejemplos demuestran que la ambientación de una historia influye considerablemente a la hora de reflexionar acerca de temas específicos, justo como sucede en el caso de los años 50 norteamericanos, predecesores de la época de profundos cambios sociales que estaba a punto de llegar.

domingo, 21 de noviembre de 2010

El universo de Hellboy

En sus casi 20 años de existencia, el diablo rojo creado por Mike Mignola ha vivido incontables aventuras en su propia colección, ha sido reinterpretado por varios autores y ha protagonizado series de animación y dos películas dirigidas por Guillermo Del Toro. Su expansión no termina en las historias centradas en él, sino que el rico trasfondo que rodea al personaje (en el que se aprecia una fuerte influencia del terror cósmico del escritor H.P. Lovecraft) ha dado lugar a varios cómics publicados por la editorial estadounidense Dark Horse.



El más cercano a Hellboy es A.I.D.P. (B.P.R.D.), colección que recoge los casos paranormales a los que se enfrenta la agencia gubernamental de la que formaba parte el diablo rojo. En ella seremos testigos del desarrollo de secundarios como Abe Sapien, Liz Sherman, Johan Krauss o el homúnculo Roger, quienes atarán cabos sueltos de la serie Hellboy y se enfrentarán a sus propios demonios. Aunque Mignola ya no se encargue del dibujo (sólo de las portadas), sí lo hace del guión junto a otros escritores, además de rodearse de dibujantes afines a su peculiar estilo como Guy Davis.

Más alejadas del original pero igual de recomendables son las miniseries dedicadas a personajes a los que se hace referencia en los títulos arriba citados, centradas en antiguos investigadores de lo paranormal que se enfrentan a oscuros secretos de tiempos remotos. Aquí encontramos cómics como Witchfinder (acerca del cazador de brujas victoriano Sir Edward Grey) o la actual Baltimore: The Plague Ships (sobre la cruzada contra los vampiros emprendida por un veterano de la Primera Guerra Mundial), en las cuales Mignola se ocupa de los guiones y deja el dibujo en manos del talentoso Ben Stenbeck, capaz de rendir homenaje al estilo de Mike y desarrollar el suyo propio al mismo tiempo. Ambas son altamente recomendables, ya que incluyen referencias al mundo creado por Mignola al mismo tiempo que resultan accesibles para lectores no habituales.



Todavía queda mucho por contar sobre Hellboy, sus allegados y los tenebrosos ambientes en los que se ven envueltos, pero hasta ahora el demonio criado entre humanos ha expandido su mundo dejándonos colecciones en las que la aventura y el terror están asegurados.

Por cierto, no perdáis la ocasión de votar en la encuesta de la columna derecha y elegir a qué actor os gustaría que se le dedicase un especial en este blog.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Due Date (Salidos de cuentas)

A punto de ser padre, Peter debe abandonar su viaje de negocios en Atlanta y partir cuanto antes de vuelta a Los Ángeles. Sin embargo, nada sale según lo previsto cuando de camino al aeropuerto se topa con Ethan Tremblay, aspirante a actor que provoca que impidan a ambos subir al avión. Sin ninguna otra alternativa, Peter se verá obligado a cruzar medio país en coche junto a Ethan con tal de ver nacer a su hijo, si es que su compañero de viaje se lo permite.



Después del rotundo éxito de The Hangover, el director Todd Phillips regresa con una nueva comedia: una road movie heredera de la magnífica Huida a medianoche en la que dos personajes totalmente opuestos deberán aprender a convivir y tolerar sus diferencias para hacer frente a los obstáculos del camino y llegar a su destino, como ya les sucediera a la memorable pareja formada por Robert De Niro y Charles Grodin. Al contrario que la mencionada The Hangover, Due Date no se basa en los giros argumentales, sino que se trata de una sucesión de situaciones cómicas que acentúan el contraste entre sus dos arrolladores protagonistas.



La labor de los actores Robert Downey Jr. y Zach Galifianakis es sin duda el aspecto más logrado de la película. El primero continúa encadenando papeles con tintes cómicos como los de Iron Man, Tropic Thunder o Sherlock Holmes (siempre bajo la producción de su mujer Susan) en los que tiene ocasión de desplegar sus dotes interpretativas, tal y como sucede en el caso de Peter, un exitoso arquitecto que poco a poco aprenderá a escuchar a los demás. Su contrapartida, Ethan, brinda a Galifianakis una nueva oportunidad de interpretar a un personaje excéntrico: un aspirante a actor con extrañas manías acompañado por su inseparable perro. Sorprende la profundidad y humanidad que adquieren estos dos personajes, pues en el fondo ocultan más de lo aparentan a simple vista.



Al igual que en la reciente Date Night, la película cuenta con cameos de actores como Jamie Foxx, Michelle Monaghan, Juliette Lewis, los protagonistas de una conocida serie televisiva o del propio director, aportando un aire desenfadado a la cinta que la convierte en una comedia con la que reír a gusto, alejada de repetitiva y pobre fórmula de la saga que termina en Movie. Carcajadas garantizadas.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Scott Pilgrim vs. the World

Basada en el cómic de Brian Lee O'Malley, la película nos cuenta cómo el veinteañero Scott Pilgrim deberá enfrentarse a los siete ex-novios malvados de Ramona para conseguir el amor de la chica de sus sueños. Como si no tuviera bastante con sus problemas cotidianos.

Estrenada aquí con considerable retraso y una distribución que deja mucho que desear, la película adapta los seis tomos en casi dos horas de metraje, para lo cual cuenta con un ritmo trepidante. Éste sería el aspecto más destacable del filme: su acelerado montaje puede presumir de originales transiciones, logrando una narrativa ágil y nada confusa que permite trasladar la frescura del cómic a la gran pantalla (también facilita la fluidez de la película que se prescinda de los desvaríos presentes en los tomos finales de la obra original.).

Tras la cámara se encuentra el británico Edgar Wright (responsable de Shaun of the Dead y Hot Fuzz), quien también colabora en el guión y firma una película muy divertida, que entretiene en todo momento y en cuya realización se aprecia la clara influencia del mundo de los videojuegos (véase la dinámica de los combates en que se ve inmerso Scott).



Todos los elementos contribuyen a incrementar la diversión y provocar carcajadas en los espectadores: desde la mencionada acertada dirección a la música estridente de Sex-Bob-Omb, pasando por las incontables bromas y juegos de palabras presentes en el guión.

El reparto es otro de los grandes atractivos del filme, pues las caracterizaciones de todos los personajes están verdaderamente logradas: Anna Kendrick (una de las muchas sorpresas de Up in the Air) como Stacey Pilgrim, Jason Schwartzman en la piel del retorcido Gideon, Mary Elizabeth Winstead (la hija de John McClane o la animadora abandonada a su suerte en Death Proof) interpretando a la inalcanzable Ramona o sobre todo Michael Cera dando vida a nuestro héroe, papel que le viene como anillo al dedo; además de las breves intervenciones de Chris Evans, Brandon Routh y Thomas Jane.



Digna adaptación del cómic, Scott Pilgrim vs. the World hace justicia al original al ofrecer a los espectadores grandes dosis de diversión y bromas a la vez que nos cuenta las desventuras del bueno de Scott. Una comedia épica.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Los Muertos Vivientes 12


Nuevo tomo de la colección de terror por excelencia, que vuelve a sorprender por el brusco giro de los acontecimientos. Después de los crueles sucesos del número anterior, inesperadas revelaciones y la aparición de un inquietante personaje ponen fin al rumbo que la serie había tomado durante los últimos meses y que incluso hacía que nos planteásemos su final a medio plazo.


Los guiones de Robert Kirkman continúan sumiendo en complicadas situaciones a nuestros queridos personajes, quienes deberán tomar serias decisiones de acuerdo con el sufrimiento que han experimentado a lo largo de su existencia como supervivientes en un mundo hostil. Resulta asombrosa la capacidad del cómic para hacer partícipes a los lectores de la desconfianza e inquietud que sienten los protagonistas ante un hábitat aparentemente utópico, lo cual no se consigue sino a base de unos cuantos números acompañando a unos personajes torturados y humanos. Se palpa la tensión del ambiente, y en los próximos episodios veremos si funciona la mecánica de la comuna de supervivientes o si, por el contrario, queda de nuevo demostrado que "el hombre es un lobo para el hombre", máxima de esta serie.



El trabajo de Charlie Adlard sigue sorprendiendo y mejorando poco a poco, resultando prácticamente imposible imaginar a otro dibujante en la colección, pues Adlard ha logrado vincular ciertas expresiones y rasgos característicos a cada personaje. Mención aparte merece el guiño a la serie de televisión con la inclusión de un nuevo individuo con el aspecto físico del director Frank Darabont.

Una vez más queda demostrado que Los Muertos Vivientes es uno de los pocos cómics actuales que verdaderamente merece la pena seguir, ya sea por las sorpresas argumentales, la profundidad de la trama o el arte narrativo del que hace gala.



Ya que hablamos de zombis, no debemos pasar por alto la recién estrenada adaptación televisiva. Por el momento ha mostrado una fidelidad insólita al cómic original, además de una producción de nivel cinematográfico (obsérvense la caracterización de los muertos y la recreación de los parajes desolados). En el exitoso primer episodio conocemos al protagonista, Rick, interpretado por el semidesconocido actor británico Andrew Lincoln, y ya podemos disfrutar de dos secuencias brillantes, cortesía de Frank Darabont: la primera es la de apertura, que nos muestra de forma cruel hasta qué punto ha cambiado el mundo tal y como lo conocemos; y la segunda sería el momento en que Rick se enfrenta al zombi de la bicicleta mientras Morgan hace lo propio con su mujer, un pequeño adelanto de los horrores y atrocidades que poblarán el camino de los personajes.

El apocalipsis zombi no ha hecho más que empezar.

viernes, 5 de noviembre de 2010

The Town: Bienvenidos a Charlestown


Doug MacRay y sus amigos de toda la vida se dedican a lo que mejor se les da: robar bancos. Son los mejores atracadores del barrio de Charlestown, en Boston, gracias a sus planes trazados con precisión milimétrica, hasta que improvisan y toman una rehén con quien Doug se implicará emocionalmente. Unida a la presión del F.B.I., su relación cambiará para siempre la vida de Doug y los que le rodean.


Después de la fantástica Adiós, pequeña, adiós, Ben Affleck retoma su labor como director y guionista para llevar a la gran pantalla la novela de Chuck Hogan El príncipe de los ladrones, cuya adaptación ha dado lugar a la espléndida The Town. Perteneciente al grupo de filmes criminales ambientados en Boston, la película explora con agudeza hasta qué punto el entorno social condiciona al sujeto, al mismo tiempo que se desarrolla la historia de amor del protagonista como hilo conductor y se añade la emoción del eterno conflicto dialéctico entre el bien y el mal representado por la lucha entre policías y ladrones.



En una película tan completa como ésta, Affleck sorprende por su trabajo tanto en el guión como en la dirección. La naturalidad y agilidad de los diálogos (similar a la de los que poblaban El indomable Will Hunting) se suman a las escenas que reflejan los contrastes sociales de un barrio deprimido (que sin embargo está al lado de la prestigiosa universidad de Harvard) y a las vibrantes secuencias de acción que narran los atracos. En ellas se aprecia la fuerte influencia de títulos clásicos del subgénero de los ladrones de bancos que van desde el Atraco Perfecto de Kubrick a Heat de Michael Mann, pasando por los enmascarados de Le llaman Bodhi y El caballero oscuro; dando lugar a secuencias verdaderamente impactantes (véase la de las monjas o el imparable tramo final).

El propio Ben Affleck encabeza el reparto con un papel comedido y correcto, en la línea de su intervención en La sombra del poder. Le acompañan la emergente Rebecca Hall (la única que se salvaba en la deplorable Vicky Cristina Barcelona), Jon Hamm como un duro agente federal y otros actores provenientes del mundo de las series como Blake Lively (Gossip Girl) o Titus Welliver (el hombre de negro en Perdidos). Aunque todos aporten credibilidad a sus papeles, posiblemente destaque Jeremy Renner con su retrato de atracador psicópata, demostrando su talento a la hora de interpretar a personajes terroríficos con cierto desequilibrio mental (en la línea de su actuación en The Hurt Locker).



Junto a la banda sonora, todos estos elementos contribuyen a que The Town sea una de las películas policíacas estrenadas recientemente más memorables, a la altura de los otros dramas criminales ambientados en Boston y de títulos como American Gangster o La noche es nuestra. No se la pierdan.

lunes, 1 de noviembre de 2010

El libro del cementerio, de Neil Gaiman

La última novela del escritor inglés Neil Gaiman nos sumerge en la historia del joven Bod Owens, quien se refugia en un cementerio tras el asesinato de sus padres. Será en este extraño lugar donde descubrirá los misterios de sus habitantes al mismo tiempo que crece y se desarrolla como persona.

Después de la exitosa Coraline, Gaiman vuelve a adentrarse en el terreno de la narrativa juvenil en esta novela de estructura paralela a El libro de la selva de Kipling, presentando también la influencia de otras historias protagonizadas por niños curiosos como son Momo, las dos partes de Alicia de Carroll o Harry Potter. A todos estos elementos se suman el amplio conocimiento de Gaiman acerca del folclore anglosajón y su habilidad para reflejar las distintas épocas y condiciones sociales a las que pertenecen los personajes según su forma de hablar; resultando en su conjunto una novela amena que gustará por igual a pequeños y mayores.

El mencionado ambiente de la historia dará lugar a pasajes tenebrosos poblados por criaturas de la noche como espectros y vampiros (por fortuna alejados de las ñoñerías de Stephenie Meyer), aunque paradójicamente sean las crueldades del mundo humano las que más espanto y asombro producen al protagonista.


El nuevo trabajo de Neil Gaiman complacerá tanto a los seguidores del autor como a los aficionados a las novelas juveniles, e incluso a quienes busquen una historia oscura y entretenida en la que zambullirse.