viernes, 30 de noviembre de 2012

The Black Keys en Madrid

En una era musical en la que predominan el espectáculo estrafalario y los singles simplones y pegadizos por encima de la calidad, la frescura y la creatividad artística de las composiciones, sin duda es motivo de celebración el éxito de un grupo como The Black Keys. El dúo, formado en Ohio en 2001, sorprendió a finales de 2011 con la publicación de su último disco hasta la fecha, El Camino, en el que llevaban un paso más allá su característico rock con fuerte influencia de blues, sonido de garaje y fuerte distorsión, con once canciones de mucha personalidad que lo convertían en un trabajo perfecto e intenso.


Consolidado como uno de los discos del año, El Camino ha llevado a Dan Auerback (voz y guitarra) y a Patrick Carney (batería) a recorrer medio mundo en una interminable gira de conciertos, y el pasado miércoles 28 de noviembre subieron puntuales al escenario del Palacio de Deportes de Madrid en su única y esperada actuación en España. 

Desde la primera canción, la contundente Howlin' for You, The Black Keys demostraron al público que abarrotaba el recinto lo bien que se sienten sobre el escenario, con grandes muestras de complicidad entre Dan y Patrick. Depués de Next Girl, otra de las canciones pertenecientes a su anterior disco, Brothers, llegó el desembarco de El Camino con temas como Run Right Back o Dead and Gone, en los que contaron con la ayuda de otros dos músicos, uno al bajo y otro a los teclados. Uno de los puntos fuertes de la noche llegó con Gold on the Ceiling, espectacular canción coreada por un público entregado que también se emocionó con los impactantes cambios de la sugerente Little Black Submarines. Alternando entre sus dos últimos álbumes, se sucedieron temas como Money Maker, Nova Baby (El Camino); y Tighten Up o She's Long Gone (Brothers), para terminar con la explosiva Lonely Boy, a la que nadie pudo resistirse,  y agradecimientos a los fans, de quienes se despidieron hasta la próxima.


Pero el concierto no acabó aquí, sino que tras un pequeño parón The Black Keys volvieron con dos bises y un buen espectáculo visual: Everlasting Light (una de sus rarezas) y I Got Mine, con la cual despidieron un concierto breve (poco más de hora y media) pero muy intenso. En él, los dos miembros de The Black Keys demostraron que tienen mucha fuerza en directo, hicieron gala de un estilo personal, fresco pero con fuertes influencias del rock clásico y del blues; y además tuvieron el detalle de agradecer a sus seguidores el merecido apoyo que han recibido con sus trabajos más recientes.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Lo imposible... es que te emocione



En 2004, una familia pasa las vacaciones de Navidad en Tailanda cuando, inesperadamente, se desata una de las mayores catástrofes naturales de la historia: un tsunami que acaba con la vida de miles de personas. En un paraje desolador, Henry y María lucharán desesperadamente por reencontrarse con los suyos y lograrán una hazaña imposible.


El cineasta Juan Antonio Bayona pertenece a la nueva oleada de directores españoles que optan, con más o menos acierto, por desprenderse de viejos prejuicios y tópicos para adaptar las convenciones del cine de género a la historia que vayan a contar. Ejemplos de este fenómeno son las recomendables Celda 211EVAGrupo 7 o El orfanato, la primera y premiada película de Bayona. Su nuevo trabajo, Lo imposible, ha gozado de una campaña de publicidad abusiva que nos la ha vendido por todos los medios disponibles (y más) como “una emocionante película basada en extraordinarios hechos reales” y que ha desembocado en un éxito de taquilla sin precedentes para una producción española (lo cual tampoco es de extrañar si tenemos en cuenta que el precio de las entradas de cine ha ascendido hasta la altura desde la que saltó Felix Baumgartner).

Por pura curiosidad, decidí darle una oportunidad y descubrí que Lo imposible no me gusta lo más mínimo, me ha parecido una película tramposa, vacía y sobre todo plana por varias razones. Nada más empezar, la película nos presenta a la feliz familia protagonista, de la que no conocemos casi ningún detalle y que resultan tan perfectos en su retrato en pantalla que me resultó difícil sentir empatía alguna por ellos. Después de las presentaciones llega el momento de la catástrofe, con un gran despliegue técnico a la hora de retratar el terrible tsunami de 2004, si bien tampoco aporta mucho más a lo que ya mostró Clint Eastwood en la sobrecogedora secuencia inicial de la irregular Más allá de la vida.


Tras esto, Lo imposible se centra en la parte más escabrosa de los supervivientes a la tragedia: la degradación física (heridas y demás) pero no psicológica que sufren los protagonistas, dando paso a un melodrama barato en el que la familia intenta reunirse sin importar lo más mínimo el verdadero drama humano que les rodea. Los horrores que vivieron los demás afectados por el tsunami, a quienes Lo imposible no presta la más mínima atención, brillan por su ausencia. Así, hasta el final de la película los espectadores presenciaremos el sufrimiento de la familia, que erróneamente no pasa de lo físico debido a lo pobres y planos que resultan los personajes, carentes de trasfondo alguno, mientras una exagerada banda sonora que parece sacada de las últimas películas de Almodóvar se esfuerza en incrementar el inexistente dramatismo y en arrancarnos una lágrima. El final en sí ya me parece bochornoso, no podría ser más forzado el destino de los personajes y la vía de escape que encuentran.

En cuanto al reparto, Ewan McGregor y Naomi Watts hacen un buen trabajo, más por lo grandes actores que son que por los personajes tan pobres y carentes de vida que les ha tocado interpretar. El único momento que me pareció de verdad logrado fue la conversación telefónica de McGregor con sus familiares, y esto se debe más a la pericia del reputado actor que a la situación en sí. Mientras tanto, poco pueden aportar los fugaces cameos de Geraldine Chaplin y Marta Etura, meramente anecdóticos.

Lo único destacable del nuevo trabajo de Bayona es su factura técnica, muy cuidada en todos los aspectos, en especial en la edición de sonido y en los efectos especiales, si bien en la dirección no arriesga demasiado y juega con tomas sencillas.


Habrá quien critique el cine de Steven Spielberg por sensiblero, pero desde luego ha demostrado en varias películas que sabe tratar el drama familiar con personajes humanos llenos de contradicciones con quienes todos podemos sentirnos identificados. No sucede lo mismo con Lo imposible, en la que unos personajes vacíos protagonizan una historia efectista que basa todo su potencial en lo escabroso y en la premisa de “basada en hechos reales”. Yo desde luego me emociono mucho más con Super 8District 9 o con un buen capítulo de Perdidos, donde los personajes tienen trasfondo y cometen errores humanos.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Evil Dead: El glorioso musical


El bueno de Ash y sus amigos deciden tomarse un descanso de las clases universitarias y relajarse pasando un fin de semana en una vieja cabaña perdida en medio del bosque. Allí encuentran el Necronomicón, un libro que despierta un mal ancestral: los demonios de Cándar, terroríficos seres que poseerán a Ash y los suyos y convertirán su fin de semana en un auténtico y sangriento infierno.

Desde su estreno en 1981, Evil Dead (Posesión infernal) no sólo supuso el debut del director Sam Raimi, sino que se ha convertido en todo un clásico del cine de terror, referente del gore y del humor negro que ha sido homenajeado en multitud de ocasiones; sin ir más lejos, este año pudimos disfrutar de The Cabin in the Woods, donde la película protagonizada por Bruce Campbell jugaba un papel especial. De hecho, la "magia" de Posesión infernal incluso saltó a los escenarios en 2003 en forma de un divertido y disparatado musical que desde entonces lleva recorriendo los confines del mundo. Tras mucho trabajo y algunas complicaciones, en noviembre de 2012 el musical por fin desembarcaba en Madrid, en la sala 18 de Kinépolis, por lo que no pude resistirme a darle una oportunidad, si bien no tenía ninguna certeza de qué me iba a encontrar.


Según avanzaba la función, debo reconocer que no cabía en mi asombro. Evil Dead: el musical no dejaba de sorprenderme, hasta el punto de convertirse en uno de los espectáculos más originales y divertidos que he tenido la oportunidad de presenciar. Para empezar, hay que reconocer la gran labor realizada por el equipo capitaneado por los directores Chemari Bello y César Bleda, quienes han conseguido, con pocos y bien aprovechados recursos, permanecer fieles a la obra original de Raimi y ofrecer un musical dinámico, muy divertido y libre de prejuicios que encantará al público más diverso. Tomando como base la historia de las dos primeras películas de la trilogía de Sam Raimi e incluyendo guiños a la tercera parte, Evil Dead: el musical nos cuenta la disparatada batalla de Ash y sus amigos contra los seres demoníacos de forma amena y desternillante, incluyendo multitud de bromas sobre los clichés del género de terror, guiños a Bruce Campbell, al Spider-man de Sam Raimi y hasta al Thriller de Michael Jackson, a los que hay que sumar ciertas referencias a la cultura popular española; todo ello acompañado por delirantes números musicales entre los que me gustaría destacar Vamos de excursión, ¿Qué co#@ ha pasao'? y Demonios de Cándar, al más puro estilo del musical de Broadway.



El reparto, encabezado por un más que adecuado Pablo Puyol en el papel de Ash, hace un buen trabajo y desde el primer momento consigue transmitir al público la sensación de que no deben tomarse demasiado en serio lo que van a ver sobre el escenario, sino disfrutar y pasar un buen rato. Además, Evil Dead es uno de los primeros musicales en contar con una splatter zone, el área de las cinco primeras filas que será inundada por las salpicaduras de la sangre de los personajes, así que se recomienda acudir bien provistos de chubasqueros.

Cargado de respeto y admiración a las películas originales, Evil Dead es un musical delirante, repleto de canciones surrealistas y pegadizas, sangriento, original y ante todo divertidísimo. No perdáis la ocasión de disfrutarlo como se merece.

martes, 20 de noviembre de 2012

Argo: Misión encubierta


En 1979, los defensores de la revolución iraní irrumpen en la embajada estadounidense en Teherán, tomando como rehenes a quienes allí encuentran. Sólo seis empleados de la embajada consiguen escapar y refugiarse en casa del embajador canadiense. Intentando evitar una inminente crisis internacional, la CIA organiza una peligrosa misión de extracción de la que se encargará el agente especial Tony Méndez, quien necesitará algún truco hollywoodiense para que semejante misión sea posible.

La carrera de Ben Affleck cambió para siempre cuando se hizo con el Oscar al Mejor Guión Original por el trabajo realizado en El indomable Will Hunting junto a su amigo Matt Damon. Desde ese momento, Affleck trabajó como actor en un buen número de películas, normalmente de calidad mediocre (véase Daredevil). Sus cualidades interpretativas fueron duramente criticadas y, justo cuando parecía encasillado definitivamente, sorprendió con actuaciones comedidas en películas interesantes como La sombra del poder y, lo que es más importante, debutó en la dirección con dos de mis películas favoritas de la década pasada: Adiós pequeña, adiós, potente thriller negrocriminal con ecos del desarraigo social actual; y The Town, drama criminal ambientado también en Boston. Ambas contaban con repartos excepcionales y personajes que representaban un universo moral ambiguo, además de un pulso incuestionable tras la cámara que destilaba ciertas reminiscencias del cine clásico. En 2012, Affleck vuelve con su consagración definitiva como director: Argo.


Nada más comenzar, Argo nos traslada al pasado reciente y nos informa acerca del complejo contexto político de Irán a través de unos elaborados storyboards para acto seguido dar paso a una sensacional secuencia de apertura que da pie a una enrevesada e interesante trama. Basado en los artículos que recogen en caso real, el guión escrito por Chris Terrio para Argo recurre a las convenciones del cine de espionaje de la década de los 70 y 80 (la era pre-Bourne y efectos especiales a la que ya recurrió Steven Spielberg en Munich) para sumergirnos de lleno en una misión casi imposible que nos emocionará y sorprenderá hasta el último minuto. Además, la trama de Argo se enriquece gracias a los elaborados toques de humor, en especial los que critican duramente a la industria cinematográfica de Hollywood; el retrato humano que ofrece de los personajes (no hay lugar para los grandes héroes) y el reflejo que ofrece del fundamentalismo islámico predominante en la revolución iraní, con el que, por desgracia, se pueden extraer muchos paralelismos respecto a los sucesos de nuestros días.


La labor de Ben Affleck tras la cámara es magnífica, maneja a la perfección el ritmo, equilibra las partes dramáticas de la trama con el humor y los homenajes al cine de ciencia ficción (guiños a Star Wars incluidos), da a cada personaje su espacio para que desarrolle sus matices y formalmente huye de efectismos para emplear trucos clásicos que funcionan como un mecanismo de relojería. Tanto la fotografía de Rodriego Prieto (Brokeback Mountain) como el montaje de William Goldenberg (Heat), la ambientación y especialmente la adecuada la banda sonora de Alexandre Desplat (Moonrise Kingdom) contribuyen a elevar la calidad de Argo, que, como curiosidad, inicialmente iba a ser escrita y dirigida por George Clooney y Grant Heslov, productores del filme.

Affleck ha demostrado ser un gran director de actores, y el caso de Argo no es ninguna excepción. El reparto se compone de grandes secundarios como Bryan Cranston (Contagio), un divertidísimo Alan Arkin (Pequeña Miss Sunshine) y un carismático John Goodman (recuperado tras su paso por The Artist). Les acompañan en papeles menores Victor Garber (Alias), Scoot McNairy (Mátalos suavemente), Clea DuVall (The Faculty), Titus Welliver (The Town) y Kyle Chandler (Super 8). Mientras tanto, Affleck se reserva el papel protagonista y hace un trabajo correcto, dando cierto trasfondo a su personaje.


Cine de calidad capaz de atrapar, emocionar y divertir durante dos horas, Argo es uno de los títulos más destacables de 2012, una gran película que supone la consolidación de Ben Affleck como director, uniéndose al grupo de actores que demostraron su valía tras la cámara como Geoge Clooney, Robert Redford y el legendario Clint Eastwood.

martes, 13 de noviembre de 2012

Irredeemable: El mayor supervillano del mundo


Hace tiempo que El Plutoniano, superhéroe guardián de la Tierra, pasó de ser el protector de la humanidad a vengarse de ella exterminándola, arrasando ciudades enteras e incluso países pequeños debido a una sed de venganza cuyo origen nadie conoce. Mientras El Plutoniano siembra el caos y el terror en los corazones de la gente, el grupo de superhéroes con quienes antes colaboraba, conocidos como El Paradigma, trabajan en la clandestinidad e investigan qué le sucedió a su antiguo amigo para pasar a convertirse en el mayor villano del mundo, además de que buscan un modo de detenerle e incluso acabar con él.

Irredeemable es un cómic de corte independiente que comenzó a publicar Boom! Studios en 2009 y que cuenta con una premisa de lo más interesante: ¿qué sucedería si el mayor superhéroe del mundo decidiera usar sus poderes para hacer el mal y no el bien? Este superhéroe no es otro que El Plutoniano, que se corresponde, tanto en poderes como en personalidad, con Superman; un ser con habilidades especiales que ha jurado proteger a la humanidad y defender la justicia y la verdad y que además se oculta bajo una identidad secreta civil. Ahora bien, nadie sabe exactamente cómo ni por qué El Plutoniano sufrió un cambio radical al verse agobiado por los hipócritas seres humanos y al sentirse traicionado por aquellos a quienes consideraba sus amigos, de manera que decidió vengarse de la humanidad en general y pasó a convertirse en el terrorista número 1 del mundo.


Con esta inquietante premisa arranca la nueva creación de Mark Waid, uno de los guionistas más prolíficos y venerados del cómic estadounidense que ha trabajado en la gran mayoría de las colecciones de Marvel y DC, siempre llevando a los personajes un paso más allá y ganándose el aplauso de los lectores. Con Irredeemable, Waid sorprende de nuevo al escribir con absoluta maestría un cómic que nos introduce en un mundo superheroico propio, juega con los lectores y es capaz de mantener la tensión y de sorprender en cada número con una trama enrevesada en la que todos guardan algún secreto. Precisamente los protagonistas de Irredeemable son otro de los grandes aciertos del cómic: Waid los perfila de forma exquisita y los humaniza hasta el extremo, de forma que ni los miembros de El Paradigma juegan limpio ni la transformación de El Plutoniano es tan radical como parece en un primer momento, todos esconden mucho.

En el apartado gráfico tenemos a Peter Krause, quien para mí ha supuesto todo un descubrimiento, puesto que su estilo limpio, realista y de influencia clásica (en la línea de Alan Davis o de Carlos Pacheco) no tiene nada que envidiar al trabajo de los autores estrella de las grandes editoriales. Además, en las portadas colabora John Cassaday, siempre elegante.


La lectura del comienzo de Irredeemable (cómic que descubrí gracias a la infinita amabilidad de Yota) resulta completamente sorprendente y refrescante gracias al dominio narrativo y de los personajes de Mark Waid (a años luz de las macarradas de Mark Millar en Némesis, que aportan poco más que casquería barata), capaz de crear un universo moral ambiguo en el que los conceptos de superhéroes y villanos se tambalean debido a la humanidad de los protagonistas; todo ello dibujado con soltura y elegancia por Peter Krause. Muy recomendable.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Cuando Disney conquistó el mundo

Una de las noticias que más revuelo ha causado en el panorama cinematográfico ha sido la compra de Lucasfilm por parte de Walt Disney Pictures el pasado día 29 de octubre por más de 4 mil millones de dólares. Después de que absorbiera a los estudios de animación Pixar y posteriormente a la editorial Marvel Comics en 2009, ahora, con todas las licencias de las franquicias de George lucas bajo su poder, se abre una nueva era para la compañía del ratón Mickey, convertida en una de las productoras cinematográficas más poderosas del mundo de forma definitiva. En este artículo nos centraremos en las posibles causas e implicaciones de esta impactante noticia.


Creador de una de las películas más queridas de todos los tiempos, a George Lucas no le faltan mértios: figura como una de las piezas clave del Nuevo Hollywood desde que en 1977 consiguió lo imposible al filmar Star Wars: Una nueva esperanza, primera parte de una saga cinematográfica que cuenta con millones de fans en todo el mundo y que, entre otras cosas, revolucionó el cine de ciencia ficción, cambió la concepción de los efectos especiales y fue pionera en el desarrollo de todo tipo de merchandising que explotara el universo de una película. Poco después llegaron El imperio contraataca y El retorno del Jedi, la despedida de unos personajes icónicos para los espectadores, quienes pudieron regresar al mundo de Star Wars gracias a los centenares de libros, cómics y videojuegos dedicados a esta franquicia. 

En 1999 tuvo lugar un momento decisivo para la saga: Star Wars volvía a los cines con La amenaza fantasma, la primera entrega de un trilogía de precuelas que se ganó tantos seguidores como detractores. Personalmente, reconozco haber disfrutado mucho del regreso de Star Wars a las salas de cine con esta segunda trilogía, si bien es cierto que rompía estéticamente con sus predecesoras y con los años ha perdido bastante en comparación. Así, mientras el fenómeno de Star Wars revivía, Lucas empezaba a ser criticado por cómo había convertido su creación en una marca que explotar y comercializar. Esto se agravó con el lanzamiento en 2008 de la serie de animación Las Guerras Clon, que me parece detestable, mientras que la otra gran saga de Lucasfilm recibía duras críticas al estrenarse su cuarta parte: Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Las quejas por parte de la crítica y del público, en algunos casos merecidas y en otros no, sumadas al fracaso de la nueva producción de George Lucas en 2012, Red Tails, puede que hayan sido una de las razones que han llevado al cineasta de California ha anunciar su retiro de la compañía que fundó con ilusión y esfuerzo en 1971.

¿Veremos a los personajes de Star Wars combatiendo hordas de zombis?
Por otra parte, en la última década Dinsey ha demostrado un ferviente interés en producir trilogías de películas de acción real de enorme éxito comercial, lo cual consiguieron con la saga Piratas del Caribe (una de las más taquilleras de la historia). Sin embargo, al margen de las aventuras de Jack Sparrow y compañía también han contado con sonoros fracasos, como la inacabada trilogía de La Búsqueda o las fallidas Prince of Persia, El aprendiz de brujo y la reciente John Carter. Para compensar las pérdidas, en Disney han confiado en el éxito de las propuestas de Pixar (que peligrosamente muestran un gusto cada vez mayor por las secuelas), en películas de animación propias como Enredados y en las producciones de Marvel Studios, que parecen haber supuesto su salvación dado el rotundo triunfo de Los Vengadores. Con la compra de Lucasfilm parece que en Disney se plantean seguir una estrategia similar, gestionarán una saga con la que obtener grandes beneficios, lo cual no les ha dado malos resultados en ningún aspecto, ni creativo ni comercial, en lo que a Marvel se refiere. Por el momento, las franquicias de Lucasfilm están en buenas manos en su traspaso a Disney, pues la encargada de dirigir la nueva división de la compañía de Pluto dedicada al universo de Lucas será Kathleen Kennedy, productora de las películas de Steven Spielberg

Esto nos lleva al siguiente y último aspecto que tanto revuelo está causando estos días: desde Disney han anunciado la puesta en marcha de una nueva película de Star Wars con George Lucas al margen, un séptimo episodio que verá la luz en 2015 y que contará con futuras secuelas. De momento no se sabe quién se encargará de él ni de qué tratará, lo cual nos lleva al campo de la especulación. Partiendo de la premisa de que una nueva entrega de Star Wars es totalmente innecesaria, pues nos han contado de todo y más, ¿qué historia elegirán para la nueva trilogía? ¿Supondrá el regreso de unos ancianos Luke, Leia y Han?  ¿Les darán vida nuevos actores? ¿Adaptarán alguna de las novelas y cómics ya publicados? ¿Será la historia de algún personaje secundario? Por mi parte, no me gustaría que jugaran demasiado con lo ya narrado, ni mucho menos que volvieran unos personajes tan queridos en una aventura crepuscular o con nuevos rostros; ya puestos a enfrentarnos a una nueva película de Star Wars, podría tratar alguna historia paralela desarrollada en este rico e inmenso universo.

Que comience el rodaje
Para concluir, me gustaría subrayar que no debemos olvidar que el regreso de la saga de Star Wars al cine no es un hecho aislado, sino que forma parte de un proceso mucho mayor y bastante complejo que consiste en la recuperación de franquicias de éxito de hace años, como La jungla de cristal, Indiana Jones, Alien o Los cazafantasmas, para aprovecharse del factor nostalgia y asegurarse la recaudación en taquilla. Ya que van a hacer nuevas entregas, espero que respeten la esencia de Star Wars, películas que a mí y a muchas otras personas nos descubrieron las ilimitadas posibilidades del cine.

domingo, 4 de noviembre de 2012

The Cabin in the Woods: Terror en estado puro


Un grupo de cinco amigos se dispone a pasar un fin de semana inolvidable en una cabaña perdida en medio del bosque, pero cuando llegan allí son acosados por presencias extrañas que convertirán la situación en un horrendo baño de sangre mientras que ciertas fuerzas ocultas juegan con el destino de los jóvenes desde las sombras.

Cuando el cine de terror estadounidense lleva años estancado y se dedica a sobrevivir de nuevas e innecesarias versiones de clásicos como Viernes 13, Pesadilla en Elm Street o las próximas Posesión infernal y Carrie, de remakes de películas extranjeras (Déjame entrar) y como mucho de series televisivas tan absurdas como American Horror Story, sorprende que una película tan atrevida como The Cabin in the Woods llegue a ver la luz después de un complicado proceso de rodaje que ha concluido con su reducido estreno en 2012 (ni siquiera ha llegado a los cines españoles).

Gracias a las recomendaciones de Néstor y Yota pude descubrir esta excepcional película, escrita y dirigida por Drew Goddard (guionista de Monstruoso y de varios episodios de Perdidos) con la ayuda de Joss Whedon, artífice del rotundo éxito de Los Vengadores. Desde el principio, The Cabin in the Woods juega con la percepción de los espectadores, obligándonos a cuestionarnos si estamos ante la típica película de terror adolescente, al estilo de Jeepers Creepers, Kilómetro 666 y demás sucedáneos, o de si de verdad vamos a presenciar algo más en pantalla. La intriga aumenta a medida que avanza la trama y dos historias aparentemente inconexas se entrecruzan, una dedicada a un grupo de misteriosos personajes con fuertes reminiscencias de Perdidos y otra en la que los jóvenes protagonistas viven situaciones que parecen sacadas de la ya mítica Posesión infernal de Sam Raimi.


Los sustos y las escenas gore no tardan en llegar, aunque muchas veces no suceden donde cabría esperar, mientras que la mano de Whedon se nota en lo bien equilibrada que está la presencia de cada personaje en pantalla. Las preguntas crecen y cuando llega el tramo final asistimos a un giro de los acontecimientos impresionante, con el que puede que algunos espectadores no conecten, que da la vuelta a la historia y desencadena un festival de homenajes al cine de terror estadounidense, con curiosas reflexiones acerca de lo que este género significa. Además de a la mencionada primera película de Raimi, en The Cabin in the Woods se suceden los guiños a películas de terror emblemáticas como El resplandor, La matanza de Texas, Hellraiser, El hombre loboLa noche de los muertos vivientes, It, e incluso a Los extraños y a la literatura de H.P. Lovecraft.


Por si esto no fuera poco, el reparto está bastante correcto en papeles que dan una vuelta de tuerca a los estereotipos de este género, con la presencia destacada de Chris Hemsworth (alias Thor), Kristen Connolly (Revolutionary Road) y el gran Richard Jenkins (Mátalos suavemente). Así, The Cabin in the Woods es una película sumamente recomendable tanto para los amantes del cine de terror como para aquellos que quieran pasar un rato agobiante disfrutando de un filme muy completo que toma en serio a los espectadores para sorprenderles con el material del que están hechas las pesadillas.

*Para comprobar otra forma de homenajear a los clásicos del terror, podéis leer mi reseña de la película Hotel Transilvania en la web Nuestros Cómics.